La discusión sobre quién tendrá el último panecito, o las luchas sobre la ropa que quieren o no quieren ponerse, o la acusación, ¡Eres la única madre (o padre) que me obliga hacer...! ¿Son molestias que incomodan y fastidian a los padres u oportunidades para relacionarse con, escuchar y educar a nuestros jóvenes?